14 marzo, 2008

Lucas

Lucas no es un niño del montón, no puede serlo, es mi quinto sobrino, el séptimo nieto de sus abuelos y el primer hijo de sus padres y todo ello lo convierte en un ser singular. Además es, con diferencia, el bebé mas bonito del mundo en la opinión autorizadísima de sus padres, de sus abuelos (maternos y paternos) y de su tio Miguel que, a sus 55 años, no puede evitar sentir como se le agudiza cierto sentido paternal cuando toma en brazos a cualquiera de sus sobrinos pequeños.

Lucas ya era un protagonista, un tema de conversación recurrente cuando no solo no era Lucas, sino que ni siquiera era más que un deseo. Si, Lucas, que si fuera un rey del siglo xii se llamaría EL DESEADO, lleva con nosotros mucho más que los 6 meses de su vida y los 9 de su gestación, lleva todo el tiempo en que sus padres quisieron tenerlo, todos el tiempo de esfuerzo y sacrificio, todos los meses de ilusiones, todas las decepciones. Lucas es ya, a sus 6 meses de vida, un antiguo miembro de la familia.

Lucas va a ser destronado pronto (Paula seguramente no se conformará con un papel secundario, en esta familia nadie lo hace), pero aún no, ahora, en estos momentos, todos le tenemos en nuestro pensamiento, su carita rubia se nos dibuja en la mente y nos hace sonreir, sus padres, nuestros hermanos, no se nos van de la cabeza. Lucas pasará el mal trago y pronto estos días solo serán un mal recuerdo, una breve pesadilla a olvidar. Lucas, eres lo más.

3 comentarios:

Arda dijo...

Mando a Lucas mis mejores deseos. Cuanto se le quiere!. No hace falta conocerlo, solo leer lo que escrives sobre el.
Pienso en mi nietecita de 8 meses e imagino toda la ternura del mundo.
Un abrazo.

Ramón en http://nocheoscuradelalma.wordpress.com/ dijo...

Que bella forma de escribir sobre Lucas, se nota que solo alguien que lo quiere inmensamente es capaz de transmitir en estas líneas un amor muy grande.
Un beso.

Ana Gallardo dijo...

Gracias por vuestros comentarios. Lucas ya está bien aunque le queda una secuela para toda la vida, pero por suerte nada que le impida ser una persona normal y feliz. ¡Y el más guapo del mundo claro!