Una vez más el terrorismo se significa de la única manera que sabe, causando dolor. Pero nada más. Los españoles sabemos que nuestra democracia es sólida, que las personas de bien estamos muy por encima de los intentos de desestabilizar, que las buenas gentes tenemos claro que, sean cuales sean nuestras ideas, podemos convivir con la discrepancia en paz y respeto. Los asesinos son asesinos, cobardes y viles sin paliativos. Nada los justifica, nada los redime. Isaias Carrasco, como tantos otros abatidos por la intolerancia y la maldad, nos recordará siempre que la injusticia es solo aquella que procede de los injustos, de los crueles, de los malvados.
1 comentario:
Bajé del volcán... reinicio mi libro abierto... sólo venía de paseo para que lo supieras... un saludo... pau llanes
Ah... no sabes cómo disfruté tu isla y la de caminatas que hice: por el Teide, por el parque de Anaga... preciosa isla...
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