17 diciembre, 2006

Cosas que de verdad tienen valor

Alguien que apenas me conoce me deja un mensaje colgado en la red:

"Lo que más me gratifica, es haber encontrado esa persona tan cerca de mi, y no tener que buscarla en cientos de páginas anónimas. Como hace bien poco le dije a una amiga, eres una persona con la que da gusto tratar, a la que me encanta escuchar y con la que espero poder compatir 1000horas de historias de ahora en adelante."

Como quien no quiere la cosa, de manera casual ese mensaje me toca en un punto muy sensible, cerca, muy cerca de una cicatriz reciente. Al placer que me proporciona saber que he hecho un nuevo amigo, que he sabido ganarme sin ningún esfuerzo por mi parte el aprecio de alguien cuyo aprecio merece mucho la pena, se une la punzada de dolor por el recuerdo de cierta pérdida. Supongo que es cierto que cuando "se cierra una puerta en otro lugar se abre una ventana". Al final no es lo mismo, y si se lo que me hago, nada puede ser lo mismo, pero entre tanto, gracias kFk por ese pellizco dulce, volveré a tu WEB para quedarme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por nada, al contrario, son momentos compartidos como estos, los que a uno le dicen que no está muerto por dentro, y que le queda mucho por vivir.

Es todo un halago todo aquello que dices, y sobre todo, viniendo de alguien como tú. Ahora, momento en el que empiezo a vivir una especie de retiro literario (momentáneo al menos de 1000horas.com), y el cual no creo que dure mucho, pasaré mas tiempo por aquí, y por el que fuera mi blog durante mucho tiempo, blog que borraba y creaba, y en el que desde hace un mes, no había escrito nada.

Brindemos por las letras... por las letras que nos han unido, y por las que describirán nuestros sentimientos futuros.

Ana Gallardo dijo...

Bienvenido a esta tu casa, me alegra recibirte y me encantará tenerte por aqui. Sin embargo, me disgusta lo de tu "retiro" literario aunque sea temporal... tus lectores no se lo merecen... ni siquiera los que parecen no querer leerte...

Ánimo, brindemos de verdad por aquello que nos hace disfrutar...