11 septiembre, 2006

Lágrimas de dolor ardiente por El Hierro

"El incendio forestal que desde ayer afecta a El Hierro y que ha quemado unas 50 hectáreas de pino y brezal en una zona del Parque Rural de Frontera (Mareta-Gorona) está controlado pero el viento impide su extinción, informaron hoy a Efe fuentes de la corporación insular herreña.El fuego parece ser que fue provocado, pues al poco de iniciarse se produjo un conato en la zona de El Julan, donde se ha quemado una hectárea, indicaron las fuentes del Cabildo de El Hierro.

El fuego se 'complicó' durante la noche debido a la acción de viento, que cambiaba de forma casi continua"

Me duele el corazón, mi condición de ser humano se resiente con estas noticias. Me pregunto: ¿quién puede empuñar una antorcha y hacer arder un árbol? ¿y cien árboles? ¿quién? ¿un enfermo? ¿un loco? no, UN DESALMADO. Alguien sin alma, sin conciencia, alguien que nos roba a todos impunemente, que nos roba la belleza, si, pero también el aire, la energía, el alimento. Ya es terrible que se queme el monte, que nuestra tierra sufra en su carne la laceración del fuego, que en las laderas queden las llagas de la madera negra y requemada. Ya es triste que esto ocurra por un rayo. Es triste que suceda por el descuido negligente de un viandante. Pero que alguien de forma fria, premeditada, consciente del daño consecuente, sea capaz de hacernos este daño, de robar a mis hijos un trocito de futuro, de escamotearme mi oxígeno y mi agua, eso me llena de furia y de dolor. No es el daño, el delito ni es la falta. Es la desesperanza que me causa que siga habiendo gente como esa, gente que no respeta lo que cuenta, gente capaz de matar hasta a su madre, a mi madre, a nuestra madre Naturaleza.



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