25 mayo, 2010

Lo urgente vs. lo importante

Estoy haciendo un curso on-line sobre Planificación
y me estoy descubriendo a mi misma. El problema es que estoy descubriendo que mi pretendida eficacia no es otra cosa que una habilidad innata para apagar fuegos, vamos, que soy "bombera" de nacimiento. Es obvio que ni siquiera la condición de apagafuegos puede ser de nacimiento, es decir que hasta en eso se puede ser de primera o de cuarta regional. Yo se que soy de primera, capaz de apagar un número inaudito de fuegos a la vez... pero acabo quemándome, lo cual es absolutamente previsible.

Sin embargo, gracias a mi curso de Planificación, en vez de sentirme gratificada y acreedora a la medalla al mérito bomberil, he descubierto que mi trabajo actual es un desastre y que si sigo por este camino lo que voy a obtener es el premio "Churrasco del mes". Así que me dispongo a tomar las riendas de mi vida profesional y personal y planificarme con rigor. Otros lo hacen ¿por qué yo no?

Uno de los aspectos fundamentales de la Planificación es la Definición de Objetivos, a corto plazo (también llamados "operativos" y del tipo: Organizar un fiestón de cumpleaños para el sábado) y a largo plazo (también llamados "estratégicos" y del tipo: conseguir que a partir del año que viene los fiestones de cumpleaños se organicen siempre en casa de algún amigo). Una vez establecidos los objetivos hay que empezar a definir las tareas necesarias para conseguirlos, definir un orden y ponerles unos plazos. Cuando ya tenemos nuestra lista de tareas para todos los objetivos de nuestra vida nos encontraremos que algunas de esas tareas son más importantes que otras en función de que el objetivo lo sea o no o de otros condicionantes implicados. Por ejemplo, para conseguir mi fiestón del sábado la tarea "comprar la priva" es muchísimo más importante que "invitar a Maripili", sobre todo si Maripili está buenísma y va a acaparar a todos los varones de la fiesta; "ir a la pelu" es super-superimportante aunque "hablar con mi suegra para colocarle a los niños" también lo es y, sin embargo, "pasar la aspiradora a la alfombra" no tanto. Y aquí es donde se pone a prueba nuestra Gestión de la Planificación, si somos rigurosos, lo hacemos bien y aplicamos lo aprendido, deberíamos llenar el bar, llamar a la abuela y salir pitando para la pelu... pero claro, si avisamos a la abuela demasiado pronto le damos "chance" para que haga otros planes y si nos peinamos el miércoles el sábado podemos tener un aspecto lamentable. Total, que al final el sábado, hagamos lo que hagamos, será un día diabólico porque tendremos que ir a la pelu, llevar a los niños a casa de la abuela en el último momento para que no proteste demasiado, servir los canapés a la vuelta para que no se resequen y, a pesar de la magnífica excusa de estar atareadísimas y haber dejado para el último minuto el llamar a Maripili ("lo siento chica estoy de cabeza, si tienes otra cosa lo entiendo..") nos encontraremos que para cuatro o cinco de los chicos "llamar a Maripili" era urgente e importante a la vez... desde el mismo lunes... ¿a que adivinamos sus objetivos?

Bromas aparte, me gusta el curso aunque me revele mis debilidades. De hecho, mientras escribo este post mi iphone me ha recordado que tengo entradas para el concierto de Joan Manuel Serrat de esta noche en el Auditorio..., menos mal que me planifiqué el recordatorio.

Abundando un poco más, he encontrado un enlace que ahonda en el tema y que, asu vez, redirige a otros interesantes, si quieres dedicar un poco de tiempo a algo importante, pincha aqui.

4 comentarios:

Efrén Morales dijo...

Qué buena pinta tiene el curso. Y con tu post, qué risas con Maripili !!!! jajajaja

Esteve Muntada Molas dijo...

Interesante post. Hoy me tomaré un tiempo para discernir lo importante de lo urgente, en mi trabajo. A lo mejor descubro que yo también soy un apaga fuegos...
Un abrazo, Ana. Por cierto, estoy seguro de que tu segundo nombre es Maripili ;-)

Maite dijo...

No olvides, Ana, que la tal Maripili tiene como objetivos operativo y estratégico el mismo: "estar divina de la muerte". Esto le hace gastar bastantes horas de pelu y en unos años sus chichas ya no estarán ahí (sino bastante más abajo y flácidas). Así que la forma de que para entonces los chicos prefieran llamar a una chica encantadora y en forma, o sea a ti, es que no olvides tu objetivo y vayas a la piscina....
Besos, hermana. Maripili no tiene nada que hacer a tu lado: eres grande, maravillosa y estás guapísima con ese traje de bombera.

Ana Gallardo dijo...

Gracias a todos por vuestra buena disposición. Solo un apunte, Joan Manuel Serrat ¡ESPLËNDIDO! cantando a Miguel Hernández. Una gozada de concierto, una gozada de disco.