12 junio, 2009

Para Carlos


In memoriam

¡Oh Capitán, mi capitán!
Walt Whitman

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro espantoso viaje ha terminado,
la nave ha salvado todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.

Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.

7 comentarios:

Implicada dijo...

Ana, en esta historia y viaje, siempre admiré tu lugar.
Por decirlo así, Carlos no tenía opción, tú sí, lo legiste a él, elegiste acompañarlo y sentir a ambos. Cuando comentaba en el blog de Carlos siempre me dirigía ambos, porque me parecía duro tu papel, y ahora lo confirmo.
Besos y abrazos mil.

Ana Gallardo dijo...

Querida Implicada me parece que tu, como muchos otros, podeis haber confundido mi identidad (soy la hermana mayor de Carlos y donante de médula en su segundo trasplante) con la de mi cuñada Ana, su mujer.

Mi papel también ha sido unidireccional y sin opciones, orgullosa y satisfecha de haber podido proporcionar siquiera un hálito de esperanza, pero nada más.

Imagino que en tus comentarios a quien te dirigías era a la otra Ana, a nuestra capitana, a la magnífica mujer que, efectivamente, con una generosidad incomparable, eligió acompañar a Carlos en un camino duro y pedregoso, en una travesía imposible que ha terminado en naufragio. Ella sigue ahí, entera, enamorada y entregada. Y nosotros, los ocho hermanos de Carlos y toda nuestra familia somos los más afortunados por tenerla y porque nos consta que ha dado la mayor felicidad a nuestro amado Carlos.

Sigue comentando, sigue hablándole, a ella aún le quedan escollos que franquear.

Gracias y un abrazo, siempre serás bienvenida en mi blog.

Implicada dijo...

Vaya!el nombre de Ana, significa llena de gracia, es curioso. Yo también llevo ese nombre aunque no me nombran así, pero es una hermosa coincidencia!

Un abrazo

Arda dijo...

No podías haber escogido mejores palabras.
Nuestro capitán ha cumplido con creces.
Jamás ha abandonado la nave a su suerte.
Le añoraremos.

Icr dijo...

Hola Ana, es la segunda vez que entro en tu blog y siento muchísimo tener que hacerlo por este motivo. Sólo quería enviarte un abrazo enorme para tí y para toda tu familia. Yo sigo y seguiré formando parte de la tripulación del navío que Carlos fletó intentando que tu cuñada Ana siga a flote.
Un beso.

Ana Gallardo dijo...

Gracias, ella es ahora quien más lo necesita, es fuerte pero la herida es ancha y muy profunda, cuanto más se ama más dolorosa es la pérdida y ella se ha entregado con tanta generosidad que perdiendo a Carlos ha perdido una buena parte de sí misma. Gracias por mantenerte a los remos y bienvenida, esta es también tu casa.

Encarni Moreno dijo...

Hola Ana,al igual que Inés(gracias a ella me embarqué con Carlos),quiero seguir remando por nuestra capitana,Ana,para acompañarle en éste intento para que vuelva a sonreir.Estoy segura,como le he comentado en el blog,que Carlos vela por ella y le tenderá su mano para ayudarle.
Sólo sé de tú hermano todo lo que he leído sobre él y he sabído que es una gran persona.He aprendido de la gran lección de vida que se ha vivido en esa nave que empujamos todos...
Yo también soy hermana de afectado,al igual que tú y también estoy a punto de donarle mi médula,lo haré con todo mi cariño y espero que tengamos suerte.Gracias por leerme Ana y mucho ánimo para intentar recuperar la ilusión para seguir