Me hacían falta el desahogo, el griterío y los decibelios. Ricardo Arjona estuvo alli, presente, entregado, sorprendido. Sorprendido, si, del recibimiento que los espectadores le brindamos. Todo el mundo coreaba las canciones, los brazos levantados y las banderas desplegadas. Posiblemente los canarios eramos minoría pero no importaba, aquello era el mundo y los personajes de las canciones, universales. Y el amor no tiene patrioa ni ideología. De hecho, no tiene ni edad. Y si no que se lo digan a la señora madura que disfrutó del inesperado placer de que el cantante le dedicara su tema mientras ella lloraba y se emocionaba como única protagonista de la pantalla. Me hacía falta la emoción, me hacía falta...
1 comentario:
Interessou-me profundamente o teu blog!
António Machado, o autor da frase que escolheste para título dele, é um dos meus poetas "de cabeceira".
Fiz recentemente uma espécie de "percurso Machado" por Espanha que me levou de Sevilha a Colliure e, por engraçadíssima coincidência, pouco depois deparo com o teu blog.
"Vim" cá só para te dizer isto porque quando vi a frase de Machado não resisti...
Hei-de voltar!
"Saludos de Portugal"!
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